La miraba mientras pensaba donde había huido su valor para acercarse. La conocía desde hace tiempo, mismo bar, mismas amigas, incluso misma mesa. Sus ojos se posaron en ella meses atrás cuando la vio entrar por la puerta del bar sonriendo, mientras el fumaba un cigarrillo y le daba un sorbo a su taza de café.
Sin embargo, no sabía ni como se llamaba. Sus piernas temblaban cuando la veía entrar, la taza bailaba en sus manos temblorosas. Ella reía y hablaba con sus amigas, jugaban a las cartas, incluso sus miradas se habían cruzado alguna vez. He de confesar que la había pillado alguna vez mirándome, lo que abría sus posibilidades. Así habían transcurrido los meses, tristes, solos y vacíos, tan sólo miradas y alguna tímida sonrisa que pedía a gritos que fuera ella la que se acercara.
Pero fue esa tarde lluviosa cuando había decidido cambiar las cosas. Se encendía un cigarrillo y pensaba: ¿por qué? ¿por qué has perdido tanto tiempo en contemplarla?. Acércate y habla, no dejes que sean esas temblorosas piernas las que te lleven hasta ella, sino tus impulsos, esos que durante la adolescencia te enseñaron a reprimir.
Se levanta se enciende un cigarrillo y se acerca a la barra y se aleja por la puerta del bar, como acostumbraba hacer, no sin que antes sus miradas se crucen por el camino, lo que por un instante le permite imaginarse junto a ella. tras cruzar la puerta ella y sus amigas pagan en la barra, junto al cambio una nota que reza:
"te conozco y tú me conoces a mí, y el recuerdo de tus ojos azules lo guardo en cajón bajo llave, por si algún día no vuelvo a verte. "
El dorso de la nota también aparece escrito:
"prefiero mis palabras escritas a que escuches los balbuceos que salen de mi boca cada vez que te veo"
Sin embargo, no sabía ni como se llamaba. Sus piernas temblaban cuando la veía entrar, la taza bailaba en sus manos temblorosas. Ella reía y hablaba con sus amigas, jugaban a las cartas, incluso sus miradas se habían cruzado alguna vez. He de confesar que la había pillado alguna vez mirándome, lo que abría sus posibilidades. Así habían transcurrido los meses, tristes, solos y vacíos, tan sólo miradas y alguna tímida sonrisa que pedía a gritos que fuera ella la que se acercara.
Pero fue esa tarde lluviosa cuando había decidido cambiar las cosas. Se encendía un cigarrillo y pensaba: ¿por qué? ¿por qué has perdido tanto tiempo en contemplarla?. Acércate y habla, no dejes que sean esas temblorosas piernas las que te lleven hasta ella, sino tus impulsos, esos que durante la adolescencia te enseñaron a reprimir.
Se levanta se enciende un cigarrillo y se acerca a la barra y se aleja por la puerta del bar, como acostumbraba hacer, no sin que antes sus miradas se crucen por el camino, lo que por un instante le permite imaginarse junto a ella. tras cruzar la puerta ella y sus amigas pagan en la barra, junto al cambio una nota que reza:
"te conozco y tú me conoces a mí, y el recuerdo de tus ojos azules lo guardo en cajón bajo llave, por si algún día no vuelvo a verte. "
El dorso de la nota también aparece escrito:
"prefiero mis palabras escritas a que escuches los balbuceos que salen de mi boca cada vez que te veo"
1 comentario:
Bueno...esto es solo una prueba de un elemento nuevo que he añadido a mi blog...Pero desde aquí os ánimo a que me dejéis comentarios sobre lo que escribo o cualquier otra cosa interesante...gracias
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